Pronto estarán todos los chiquillos como locos por los kiosokos, buscando las estampitas de los jugadores de su Sevilla (yo hablo de lo mío y de los míos), para tener a Acosta, a Konkó, a Fernando Navarro, a Romaric o para ver junto a ellos a nuestro Crespo.
Y pondrán de los nervios a más de un papi, sacándole cada vez que puedan unos eurillos para gastárselo en lo mismo.
Llegarán a juntar montones de estampitas, reuniendo todos los futbolistas posibles "repes" para poder cambiar una o tres o veinte, de no sé quién, por otra, una sola, de no sé cuál futbolista de los "últimos fichajes".
Y a todos los críos les faltará la misma estampita que, por más que la sustituya la imagen de otro jugador, jamás podrá sustituir al jugador.
Todos tendrán la de Palop, la de Kanouté, la Poulsen o la de Navas. Y del Madrid, si viene, se volverán locos por tener a Cristiano Ronaldo, y del Barça a Daniel Alves con su nueva camiseta.
Y comenzarán a engordar las páginas del album, hasta que comience por fin la Liga otra vez y baje la marea de críos buscando eurillos para comprar estampitas en los kioskos.
Yo seguiré con mi estampita preferida al lado de la pantalla de mi ordenador. Me la regaló mi sobrino Carlos. Él la tenía repetida y me dió la dos. Y las dos siguen y seguirán conmigo.
Este año la estampita de Antonio Puerta, no estará en los kioskos.
Eso sí, forma parte ya del album de muchos corazones de todos los colores.
Estadio Ramón Sánchez Pizjuán
viernes, 4 de julio de 2008
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