Debe ser motivo de satisfacción para todos esos que juegan a entrenadores en las gradas del Ramón Sánchez Pizjuán la vuelta de Julien Escudé.
Para todos esos, y para todo el sevillismo que piensa en lo que tiene que pensar, es decir, en el Sevilla F.C., y no en esperar el fallo de Manolo Jiménez.
A ver señores ¿a quién ponemos ahora? Porque tenemos a Squillaci, David Prieto, Fazio, Mosquera, Drago, Cala y hasta Javi Navarro si, ojalá, puede volver este año.
Por mi parte pongo yo creo que los más indicados para el puesto son los que indique Manolo Jiménez que es quien trabaja con ellos en la Ciudad Deportiva, quien habla con ellos en el vestuario, quien escucha sus respectivos tonos de voz para ver si están o no animados, si estan metidos en los entrenamientos, quien ha sido jugador de fútbol de primera y quien consiguió el año pasado una remontada espectacular en Liga que hizo que nos clasificaramos para la UEFA (y van 6 años en Europa), y que no nos metieramos en Champions League por un puñetero gol, por los cuatro que nos metió el Almería, por la roja de Maresca ante el Atletico de Madrid, o por lo que a usted le dé la gana (cualquiera de esos 3 puntos nos hubieran valido, o de los que perdimos teniendo como entrenador al que ahora se queja que en el Totenham no le dejan decidir).
El caso es que Escudé ya está disponible, que tiene ganas y el aliciente de ver como un niño de la cantera y otro paisano suyo le han puesto la cosa dificil en la defensa del equipo de Jiménez.
Benditos problemas los del mister de Arahal. Y encima sabe que Enzo Maresca se queda, por lo menos, hasta que mi sobrino haya hecho la comunión ;).
Tenemos Capo para rato, por suerte.
Aquí, al contrario que en otros equipo de la Liga española, la gente se quiere quedar.
En fin que vuelva pronto la Liga y Capel y Navarro, a poder ser, ilesos de la selección.
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