Sí, es posible. Porque nuestro Sevilla cuando se pone remonta lo que haga falta, porque nos queda una vuelta en el Ramón Sánchez Pizjuán que se la vamos a hacer inolvidable a los ches (depende de nosotros); porque hoy un error arbitral nos ha dado vida, y eso suena a buena señal (suerte de campeones le llaman), por más que un desafortunado pase de Romaric hiciera que llegase el balón donde no debía y que éste terminara donde ninguno queríamos, previo toque en el tobillo de Squillaci; porque de noches como la del próximo miércoles nosotros entendemos más que los de Unai Emeri, porque tenemos los recuerdos más fresco que ellos, porque sí o sí, este Sevilla no nos va a defraudar.
El partido ha sido como ha sido. Casi todos los goles se han producido de manera, digamos, no ortodoxa. El de Villa en un error de Adriano en un pase atrás mal medido. El gol del propio Adriano en un fuera de juego que el único que no vió fue el linier y que, tal vez, por pensar algo, debió entender que el último jugador del Valencia, al alargar la pierna, roza el balón. El tercer gol de los de Mestalla, tras el error en el pase de Romaric, el toque en el talon de Squillaci, y pa´dentro.
Nos sigue quedando Sevilla, llenazo pizjuanero y la esperanza de que Kanoute, Navas y el propio Luis Fabiano, que hoy se hartado a correr, lleguen en las condiciones oportunas.
Nos deben esperar en El Molinón o en San Mamés, nos debn quedar sólo tres pasos para pensar en el día de la Virgen de Fátima como el día en el que nos congraciemos con nuestro mes más deseado del año desde hace varios atras.
Y el domingo, el Racing de Munitis, Zigic, Colsa y Juanjo, para tratar de ampliar distancia con el quinto y el sexto. Con el cuarto que ha sido el de hoy si fuera posible (en todo caso continuariamos terceros), y esperar que el equipo merengue de Boluda, ya sin Pérez Burrul, page los favores inmerecidos -habituales de siempre- y ocupe la posición que merece.
Nos quedan una Liga y una Copa que han dejado, al menos por ahora, de parecernos desagradables para recuperar el tono que de ella esperabamos.
Ahora estamos todos unidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario